Troceando libros
Acabo de leer un libro cuyo autor no voy a nombrar por razones obvias, y me he quedado con un regusto desagradable. El libro no es malo, al contrario, la trama es interesante. Pero lo que no me ha gustado nada es que deje el libro a la mitad.
Vamos a ver: Puede ocurrir que un libro sea demasiado grande como para publicar en un solo bloque. A diferencia de las grandes editoriales, los autores independientes nos tenemos que apañar con la impresión bajo demanda, y ello significa que uno se tiene que adaptar a las posibilidades de su imprenta. Si una impresión bajo demanda no permite imprimir más de 600 páginas, y el libro tiene unas mil, pues es obvio que al autor no le quedará más remedio que dividir el libro en dos. Ahora bien, lo lógico es que intente cortarlo de tal manera que el lector no se sienta defraudado. Lo que no es de recibo es que el lector tenga la sensación de que hayan cortado el libro para obligarle a comprar la segunda parte.
Yo tengo un caso de esos: Mi novela "Castillo oscuro" (aún sin publicar) tiene ya más de ochocientas páginas y aún no lo he acabado. Es decir, me voy a ver obligado a dividirlo en dos (quizás incluso tres) partes puesto que CreateSpace (que es donde yo imprimo mis libros) no admite más de ochocientas veintiocho páginas. Tengo identificado exactamente el punto de corte, y estoy reescribiendo ese capítulo y el anterior para "redondear" el cierre del libro. Eso hará que el lector no se vea defraudado, tenga una parte bien cerrada y en consecuencia tenga la plena libertad de decidir si quiere o no comprar la segunda parte. Lo contrario sería abusar de su confianza.
Este límite de páginas, por supuesto, se aplica sólo a los libros en papel. No hay ninguna razón para dividir un libro cuando sólo se publica en formato electrónico (como es el caso del autor del que estaba hablando). Esas limitaciones de tamaño no existen cuando no se imprime en papel. Si el autor piensa que vender un largo trabajo a precio bajo no es razonable, pues que suba el precio del libro y los lectores juzgarán si vale o no la pena pagar ese precio. Dividirlo en trozos para ganar más dinero es en cambio muy poco ético.
No obstante, sí hay un caso donde dividir el libro electrónico podría estar justificado: Si el libro en papel ha tenido que ser troceado por las razones explicadas anteriormente. Puede ser razonable vender en ese caso un libro electrónico que sea igual al libro en papel. Pero habría entonces que considerar la posibilidad de hacer una edición especial que incluya toda la obra. He visto algún caso así, donde el autor ha publicado como libro electrónico toda una triología, obviamente a un precio inferior al de los tres libros por separado. Eso sí es respetar al lector.
Hay otro caso diferente, que es el de una serie de novelas cortas con el mismo tema e incluso con el mismo protagonista. Ese es por ejemplo lo que ocurre con mi serie de ciencia-ficción "En órbitas extrañas": Trata de las aventuras de una niña que debido a un accidente en una nave estelar tiene que apañárselas sola. Pero cada episodio es una aventura completa. Nada de trampas, la aventura que se inicia en cada entrega se cierra en el mismo libro. Sí, a veces se indica en qué va a consistir la siguiente aventura (cosa que hago por ejemplo al final de "El honor de los Krogan"). Creo que eso es legítimo. Lo que no es legítimo es lanzar una trama y dejarla a la mitad: Eso es estafar al lector que ha creído lo suficiente en ti como para comprar tu obra.
Los lectores merecen nuestro respeto: ¡No les engañemos!
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